Así lo denunció Gabriela Mestelán, quien no prestó acuerdo en la Legislatura para la designación de Romina Gaitán, esposa del ministro de Gobierno, como vocal en el Tribunal de Cuentas. “Hace 26 años nos gobierna una red de familiares y amigos y lo que tenemos es esta realidad devastada”, cuestionó. Adelantó su negativa al nombramiento de Renée Fernández en el Tribunal Superior de Justicia, “a quien ya hemos denunciado en el pasado”.
“En el marco de una política degradada y distorsionada por el propio accionar de quienes ocupan la función pública, se impone el desafío de impregnar de ética las decisiones políticas y el trabajo de quienes hacemos política, porque desde hace 26 años vivimos en una provincia gobernada por una red de familiares y amigos y lo que tenemos es esta realidad devastada”, expresó Gabriela Mestelán. “Como ciudadanía necesitamos recuperar la exigencia ética y como funcionarios debemos ser éticos en nuestro trabajo para darle nuevo sentido al vivir colectivo”, agregó la diputada de Encuentro Ciudadano.
Sus conceptos le caben a dos decisiones que el kirchnerismo logró imponer casi en simultáneo en los últimos días: por un lado, la designación de la Dra. Romina Gaitán como vocal ante el Tribunal de Cuentas, votada ayer por mayoría en la Legislatura Provincial. Por el otro, el pronto nombramiento de la Dra. Renée Fernández como vocal ante el Tribunal Superior de Justicia, designación que ya tuvo despacho favorable gracias a los votos de los diputados kirchneristas que integran la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Legislatura.
En el caso de la flamante vocal del Tribunal de Cuentas, se trata de la esposa del actual ministro de Gobierno, Fernando Basanta. “Con esta designación, el kirchnerismo lo que hace es seguir designando afines y/o partidarios en organismos de control”, advierte Mestelán, quien se explaya: “en la sesión del jueves algunos diputados del oficialismo defendían la idoneidad de la doctora. Y debemos decir que el problema radica en el lugar que se le asigna, porque si se trata de su capacidad, con su curriculum podría haber sido nombrada en áreas que requieren control urgente, como por ejemplo podría controlar desde la Secretaría de Energía si se están cumpliendo las condiciones establecidas en los contratos mineros o petroleros. Pero ponerla a controlar áreas en las que maneja recursos su esposo es, en el contexto de Santa Cruz, una designación inaceptable”.